El objetivo de esta reforma era integrar de forma armónica, el espacio de la cocina para que pudiera integrarse correctamente en el ambiente del salón comedor transmitiendo una sensación de calidez y luz que se consiguió con la pintura apropiada.
El color anaranjado en las paredes y columnas y la pintura blanca en las puertas hacen que la cocina y sus elementos y el salón comedor aparezcan acogedores y cálidos. La estancia se convierte de esta manera en una zona más dinámica y divertida.
El mismo trabajo de pintura en la habitación donde se encuentra la chimenea hacen que los cambios hagan que la sensación de estancia húmeda y vieja se convierta, gracias de nuevo a la pintura, en un lugar a estrenar lleno de suaves reflejos que invitan a la reflexión y al descanso.
Veamos los cambios en esta sesión fotográfica de Pintaecològic.
Antes
La cocina, la pared y la puerta blancas daban un aspecto frío a la estancia
Después
Reforma pintura paredes y puertas de la cocina
Antes
Después
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