martes, 1 de marzo de 2016

¿Cómo elegir la pintura apropiada y el color para cada estancia?

Cuando acabamos de adquirir un piso o tenemos que reformar nuestra casa, el dilema inicial, mucho antes de comprar los muebles, será el de escoger el color en el que pintaremos las habitaciones y todas las estancias de nuestro hogar.




Sobre ello hay múltiples visiones y teorías. Por un lado la psicología del color nos recomendará que una habitación tenga unas determinadas tonalidades, por otra si seguimos las premisas del Feng Shui, tendremos que dejarnos llevar por una armonía de colores en todos los espacios donde habitamos. Los expertos en cromaterapia nos aconsejarán que tonos tenemos que utilizar en cada superficie para que puedan influir positivamente en nuestro cuerpo y estado de ánimo. Y cual es la importancia de escoger bien el color para obtener esos beneficios para nuestra salud que la según la cromaterapia ayuda a los individuos.

No obstante, aún teniendo cada uno parte de razón, tenemos que pensar que es lo que más nos conviene a nosotros, que tipo de color nos gusta más y cual preferimos para cada tipo de estancia en nuestro hogar según como seamos y como nos sintamos. A veces, según donde estemos, dependiendo de si la estancia recibe sol o tiene humedad deberemos de ser más funcionales, prácticos y decantarnos por colores neutros, blancos para resaltar la luz haciendo un espacio más amplio y cálido o utilizar colores más fríos y frescos buscando todo lo contrario.

Siempre podemos recurrir a un buen profesional para que nos ayude a elegir el tipo de pintura y el color si nos vemos perdidos. De todas formas, os damos aquí algunos pequeños consejos genéricos para que tengáis en cuenta lo que representan los colores y que pueden proporcionar en las diferentes estancias de un piso o una casa.


Los colores y como influyen en nuestras emociones


Los colores cálidos

- Los rojos: se relacionan con la pasión, el dinamismo, el peligro y la energía. Es un color cálido y según donde se utilice puede transmitir calidez, vitalidad y optimismo. No es recomendable para los dormitorios infantiles. Sin embargo en la cocina estimula el apetito. Lo mejor es utilizarlo poco y en alguna pared concreta.

- Los amarillos y naranjas: nos transmite alegría y vitalidad aunque también es bien sabido que estimula el cerebro y la creatividad. El naranja ánima y si se combina bien decora y combina con los muebles de la habitación. También para en salones pequeños le pueden dar amplitud.




Los colores fríos

- El verde y el azul: Apropiado para las zonas de paso, dormitorios y baños. Transmiten frescura, paz y tranquilidad. Nos transportan a la naturaleza. El verde suave es el más recomendado para los dormitorios, para conciliar el sueño y también para el trabajo y el estudio. Los tonos fuertes de estos colores se tendrían que utilizar poco y en ambientes soleados ya que pueden dar sensación de frialdad.




Los colores neutros

- Los blancos, grises y cremas: transmiten serenidad, luminosidad, hacen que las estancias sean más amplias y perfectos para casi todo tipo de estancias. Los salones y comedores se verán favorecidos con la calidez de los colores cremas.





Una vez escogidos los colores para cada pintar las paredes de la casa, nos toca elegir entonces el tipo de pintura, si brillante, si satinada o mate.

En definitiva, no hay una regla común, pero si unas ideas que suelen ser bastante genéricas. Los colores cálidos potencian la sociabilidad, los colores fuertes no son recomendables utilizarlos para todo un espacio, aunque si para un pared concreta y los neutros o blancos para cualquier estancia de la casa.

Sin embargo, antes de pintar puede hacer una prueba pintando un poco la pared y observando como cambia el color durante el día y como se comporta ante la luz artificial de las lámparas por la noche. La pintura variará según la tonalidad y la proporción hará que se aproxime o no al color que buscaba. Y no nos olvidemos de la superficie y el papel que hace. Como puede influir en la pintura y como puede potenciar una textura interesante o llegar a estropear el entorno.

Lo bueno que tiene la pintura es que si no le gusta el color o se cansa de él puede volver a pintar encima y resolver rápidamente el problema.